Los hinchas de Rangers siguen conviviendo con la frustración, pesimismo y una mochila muy pesada.
¿Entendible o apresurado?… Una muy buena pregunta, cuya respuesta requiere necesariamente estar acompañada de argumentos y, de algo que en el fútbol es de mucha trascendencia, como son los números.
Y es que de pasar a ser un equipo llamado ascensorista, que subía y bajaba de categoría, pasó a dormirse en la Primera B. Fue en abril del 2014 que se sentenció su descenso y de ahí nunca más ha logrado regresar a la Primera División. Ya son ocho años, donde salvo el 2020 que jugó la liguilla- ha estado más cerca del fondo que los lugares de avanzada.
A simple luz, las apuestas de su actual propietario, Felipe Muñoz, quien tomó las riendas en enero del 2018, no han dado los resultados esperados, llegando incluso a sentar en la banca a uno de los técnicos más exitosos de la categoría, como Luis Marcoleta, quien, como ha ocurrido históricamente con muchos entrenadores y jugadores, en Rangers no dio resultado.
Por lo expuesto anteriormente, es que se puede entender que el sufrido hincha rojinegro es de paciencia corta. Han sido tantos los fracasos, que los seguidores de la “R” se ilusionan y se desesperan con poco.
Así las cosas, en el arranque de este campeonato- pese a no convencer como expresión futbolística- los dos triunfos en el arranque, encendieron esa luz de esperanza, que a lo mejor este era el año. Sin embargo, dos derrotas en línea sembraron de nuevo el pesimismo y los hinchas ya alzaron la voz para exigir una mejor campaña y, esas ganas de ser protagonistas, de una competencia muy pareja y cada día más competitiva.
Hay muchas preguntas que flotan en el aire, entre ellas: ¿Felipe Cornejo será capaz de repetir en Rangers la campaña de Puerto Montt?, ¿el joven técnico de 37 años soportará la presión de una hinchada que no garantiza margen de error por tantas frustraciones y fracasos que ha debido enfrentar?.
Como prueba fehaciente, bastó solamente que el equipo sumara su segunda derrota en línea, al perder en casa con Cobreloa, para que el responsable del banco, en una actitud reprochable, no quisiera enfrentar a los medios post partido, para entregar sus explicaciones. Un dato de la causa da cuenta que Cornejo, dirigiendo a Puerto Montt el año pasado, nunca sumó dos derrotas seguidas.
Y lo sicológico o las rachas también son una carga que hay que saber enfrentar. Los equipos que terminan logrando los objetivos son aquellos que agarran rachas que permiten un colchón de puntos, que, a la larga, suele ser de mucha utilidad. Rangers está lejos de aquello y ya completó 6 años y 156 partidos sin poder ganar tres partidos seguidos en la categoría.
Para muchos- y quizás con razón- esto recién comienza, pero pareciera ser que el camino aún está sembrado de dudas y del fantasma de ocho años en la B y, más de una década del último ascenso, celebrado en el 2011.