La renuncia del traumatólogo Reinaldo Traipe no ha pasado desapercibida en Rangers. El médico se ganó el cariño de los integrantes de la institución e incluso de la hinchada, pues su historia en el Club comenzó en 2012, entonces era una relación más que estrecha.
Por lo mismo, esta situación sorprendió en la interna, aunque el mismo doctor entregó los argumentos que lo llevaron a tomar esta determinación el domingo último, enviando un correo electrónico a la plana directiva.
DECISIÓN
“Una decisión muy difícil y dolorosa, muy pensada de un tiempo a esta parte y terminé tomando una decisión dura, que la hago con mucha convicción. Siento que hemos entregado harto al Club, buscando mejorar su perfil en el área médica, hemos participado de muchas actividades, que hoy nos posicionan como el primer Club de la Primera B que retornó a los entrenamientos y uno de los pocos que todavía no tiene ningún contagiado”, sostuvo Reinaldo Traipe en diálogo con el Gigante Deportivo.
Comentó la falta de interés para desarrollar el área médica, escaso profesionalismo de la directiva y nulo interés por invertir en el progreso de la entidad piducana, que viene de empatar 1-1 con San Luis en Quillota y que el lunes (20.15 horas) recibirá a Santa Cruz.
Tal era el compromiso que “nos hemos preocupado de contar con la colaboración, en la parte de imágenes, del radiólogo de la selección chilena para la interpretación de imágenes en Talca, disminuyendo la cantidad de viajes de nuestros jugadores a Santiago y reservándolos solo para cuando hacen procedimientos”.
ESFUERZOS
Además, fue claro en aseverar: “Veo que no hay eco en los esfuerzos entregados, así que creo que mi decisión, pasa por eso, siento que no hay una preocupación, no se valora el área médica con la importancia que ella tiene desde el punto de vista directivo, por el contrario, sí mucho desde el punto de vista técnico, a mi me consta que nuestro cuerpo técnico ha estado muy preocupado de contar con un área médica que esté sesionando organizadamente, preocupado de los jugadores y nos han apoyado en ese sentido absolutamente”.
Por otra parte, sentenció: “Estábamos absolutamente abandonados, el gerente (Boris González) estaba en Calama, el dueño (Felipe Muñoz) en La Serena. Si no es por el empuje del gerente de prensa Gerardo Herrera y, sobre todo, de nuestro kinesiólogo Miguel Salas, no habríamos podido montar lo que se montó, crear la conciencia que se creó y haber retornado, siendo el primer Club de la Primera B”.
Reinaldo Traipe contó que aún no recibe respuesta de la gerencia ni de parte de la presidencia y que “nos hemos quedado atrás, tenemos un cuerpo médico con el suscrito, que trabajaba en base al reembolso de los viajes, con un kinesiólogo y un paramédico, no tenemos más personal del área médica. Hemos conseguido camillas con algunas universidades, nuestro kinesiólogo no cuenta con todas las máquinas modernas que se usan para la recuperación física de los jugadores, así que si me comparo con otros clubes, donde hay kinesiólogos, para el primer equipo dos o tres, un cuerpo médico integrado por tres, cuatro o cinco médicos que están pendientes todos los días. Si vemos que tienen nutricionista, psicólogo, asistente social, estamos a años luz de ser profesionales y por mucho que nosotros conversamos el tema, dándoles incluso las ideas para que esto fuera autofinanciado, no ha habido eco de nuestros planteamientos”.
PROGRAMA
Sumado a eso, el destacado traumatólogo, acotó que Rangers necesita “un programa de Club que vaya fortaleciendo todas las áreas. Para eso necesariamente hay que invertir y después recuperar la inversión. Esa política no la veo, aquí se apuesta a gastar lo menos posible, siento que incluso nuestro cuerpo técnico tampoco ha tenido el apoyo que debió tener a lo largo del año. Que ellos estén preocupados de que al doctor lo consideren, no lo consideren, le paguen o no le paguen, los distrae de sus funciones”.