Le colocamos punto final a las festividades y al 2022. Aunque antes de que se nos fuera ese año, todo el mundo celebró el nacimiento del Niño Jesús y, después despedimos esta temporada.
Por eso, nuevamente quiero saludar afectuosamente a todos los amigos y amigas, y que esas jornadas hayan sido de reencuentros, en familia, que haya resaltado la hermandad y los buenos deseos para todos, especialmente, a los que compartimos la pasión naranja, nuestro bello deporte, como es el básquetbol.
Debemos comenzar el 2023 con mucho ánimo y con todos esos proyectos para mejorar nuestra actividad. Deportistas, técnicos, dirigentes, jueces, padres y apoderados, autoridades, debemos trabajar en conjunto para ser mejores en la región.
Esa es la gran tarea que tenemos todos, con la finalidad de mejorar la actividad y de darle mayores herramientas a las nuevas generaciones y a los talentos que van pidiendo su espacio.
Uno de los hechos que marcó el cierre del 2022 fue el fallecimiento de Pelé, el pasado 29 de diciembre.
Se nos ha ido un ídolo del deporte en general. Los que lo vimos jugar, sin duda, fue una estrella en el fútbol mundial. Una coincidencia conmigo, nació igual que yo, un 23 de octubre y, por eso, recuerdo muy bien su edad, 11 años mayor. Adiós Edson Arantes do Nascimento. “Pelé”… el mejor.