Las prácticas son el laboratorio de los entrenadores y sus dirigidos. Es el lugar donde, tal como en el método científico, se prueba, se ensaya, se erra y se vuelve a probar hasta dar con la fórmula. Pero principalmente, desde la psicología, el entrenamiento es el lugar donde se consolida el aprendizaje.
El lugar seguro donde el técnico debería permitir el error en sus dirigidos, corregir y en conjunto buscar soluciones a las diversas problemáticas del juego, para que, al momento de la competencia, esto se vea reflejado en el campo de juego, en la piscina, en la pista o en el lugar que se desarrolle.
Una herramienta muy utilizada por los buenos estrategas radica en problematizar el juego dentro del entrenamiento, para que en conjunto se encuentren soluciones y el aprendizaje se consolide de manera construida.
El aprendizaje surge desde los problemas, visto desde las distintas ópticas, tanto del deportista que esta en el campo de juego, como del cuerpo técnico que lo ve desde afuera. Y, por consecuencia, desde los problemas surgen las soluciones.
¿Cómo problematizamos? Desde la comunicación es importante generar un ambiente propicio para que los deportistas sientan la confianza de comunicar los problemas que vivencian en el campo de juego al entrenador, para así llegar a las soluciones deseadas.
Por otro lado, también el DT debe tener la capacidad de asegurarse de que el mensaje que quiere entregar sea entendido por el deportista. No basta con explicar, lo importante es asegurare que dicho exponente comprendió la explicación. Solo así se consolida el aprendizaje y el equipo puede solucionar sus falencias.
La creatividad también es un aspecto por considerar. El tener buena comunicación y conocimiento sobre lo que se habla en el entrenamiento, genera un escenario propicio para soluciones creativas ante las dificultades que presenta el juego, donde el entrenador debe manejar dos habilidades claves: escuchar para comprender, y enseñar para solucionar.
Existen preguntas claves que el técnico puede realizar en momentos determinados de la práctica. Llevemos al ejemplo a una situación puntual del juego: el estratega de fútbol, le solicita al lateral pasar al ataque cada vez que pueda, sin embargo, cuando el lateral llega con ventaja a atacar el espacio, nunca le dan el pase y generalmente el equipo pierde la pelota, quedando el lateral con la espalda descubierta y con la marca doblada por el espacio que dejó.
Cuando surja la posibilidad de solucionar el problema en la práctica, sería propicio parar el entrenamiento justo en el momento que eso ocurra y realizar las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que más se te dificulta?, ¿Hay algo que no entiendas? ¿Cómo lo podemos solucionar? ¿Qué te acomodaría hacer en esta situación del juego? ¿Cuál crees que es la mejor solución? Entre otras.
En base a esa situación del entrenamiento, todo el equipo puede participar en generar soluciones, reducir la problemática, y principalmente, consolidar un aprendizaje que sea para todos. Eso se puede llevar a la práctica tanto en deportes individuales como deportes colectivos. Cada disciplina tiene sus problemas y la expertiz del deportista en conjunto con el conocimiento del entrenador y buena comunicación, siempre serán la mejor solución. Problematizar en el entrenamiento, la clave del aprendizaje.
