Actualmente, la palabra “neurociencias” se utiliza en muchas áreas, surgiendo una verdadera industria que intenta imitar a la neurociencia pura, como por ejemplo, es el uso frecuente del prefijo “neuro”, lo que generalmente no se adhiere a los principios básicos del quehacer científico, por el contrario, se encuentran muy lejanos.
Si bien es cierto que la neurociencia en sí es muy atractiva, ya que entrega respuestas antes desconocidas, permite un mejor aprendizaje ante muchas dudas, siendo frecuentemente la pieza del puzzle faltante ante diversos cuestionamientos. La neurociencia muy compleja de entender, estudiar y, por lo mismo, aplicar al quehacer humano. Una de las áreas de investigación es el deporte, donde han surgido múltiples avances y a la vez, mitos.
De manera generalizada todos hemos oído que los seres humanos utilizamos solo el 10% de nuestro cerebro, o que nuestros hemisferios cerebrales presentan diferentes características, que son las que definen nuestra personalidad. Al igual que la existencia de diferentes tipos de aprendizajes, como el kinestésico, visual o auditivo, los cuales son mitos que carecen de completo sustento científico, acercándose más a una pseudociencia.
Las pseudociencias, generalmente, presentan tácticas diseñadas para proteger teorías que puedan refutar lo que plantean, así como la ausencia completa de la revisión por investigadores. También el uso de un lenguaje poco claro y ausencia de un trabajo, en conjunto con otras áreas del conocimiento.
Dentro del área deportiva, uno de los mitos que con mayor fuerza se ha instalado es el Brain Gym, que consiste en realizar ejercicios físicos mínimos, que tienen por objetivo conectar diversas áreas del cerebro, lo que conlleva a que la persona que lo practica genere nuevas vías neuronales, por lo que adquiere el aprendizaje de manera rápida y eficaz, logrando desenvolverse de mejor forma ante los estímulos permanentes del mundo externo.
Lamentablemente BrainGym carece de evidencia científica, por lo que se clasifica como una pseudociencia. Algo similar sucede con la Programación Neurolingüistica (PNL) en el deporte, que como su nombre lo indica busca alinearse con la neurociencia. Plantea cambiar la forma de respuesta cerebral del deportista, dejando conductas que le perjudican, mediante la observación y asociación de contextos con recuerdos. Si bien existen publicaciones sobre lo efectivo de la PNL, estás carecen de criterios básicos de la investigación científica.
Para concluir, es importante verificar lo que leemos, aprendemos y aplicamos, pues podemos vernos envueltos en un neuromito. Aclarar también que no todo lo que se publica como un famoso “paper” es real en todo lo que afirma.
Para esto existen múltiples criterios que los investigadores deben cumplir para lograr un artículo de buena calidad. Y por lo mismo es que existen diversas revistas de publicación científica, que son medidas por un puntaje, en la medida en que se aplican estos criterios.
Kinesióloga, Magíster en neurorehabilitación; magíster en neurociencias y doctora en neurociencias cognitivas y psicología