Para nadie es un secreto que la palabra “Gerente Deportivo” se ha popularizado en los últimos años en nuestro país. Hoy por hoy, casi todos los clubes, por no decir todos, tienen ese cargo dentro de su organigrama institucional.
Pero, ¿en qué consiste esta función?, ¿Quién lo ocupa? y ¿Qué influencia tiene en el fútbol actual?, son algunas de las interrogantes que dilucidaremos a lo largo de esta columna.
Este cargo está ocupado hoy en día por ex futbolistas, ingenieros e incluso gente ligada al deporte rey, que estudió algún diplomado o curso y, en la actualidad, se desempeña como tal. Casos hay muchos, podemos nombrar al más mediático de los últimos tiempos como “El Tati” Buljubasich, en la Universidad Católica, Luis Roggiero, en Universidad de Chile o bien en el ascenso, donde asoma la figura de Sebastián González, en Deportes Recoleta, quienes de una u otra forma han popularizado el nombre “Gerente Técnico”.
El gerente deportivo o gerente técnico, es el encargado de encabezar y gestionar proyectos, a mediano y largo plazo, además es el nexo entre el cuerpo técnico y la dirigencia, es quien diseña la plantilla y gestiona los recursos humanos.
Esta figura es trascendental, pues permite delegar la función de la sociedad anónima en un cargo, que toma decisiones, que decide incluso contrata jugadores, que el cuerpo técnico no ha solicitado y que encabeza la dirección de un Club, más allá del entrenador o jugadores de turno.
En ese sentido, el gerente técnico es quien decide la filosofía y ejecuta la planificación a largo plazo de la institución, en la que se desempeña, teniendo directa relación con el secretario técnico, en la búsqueda de nuevos talentos.
Es tanta la importancia, que el éxito deportivo está íntimamente ligado a él, de tal forma que las decisiones que se tomen, en la contratación de un determinado cuerpo técnico o de ciertos jugadores, afectará el rendimiento.
Es precisamente por esa importancia, que cada vez más los clubes invierten en gerentes deportivos con experiencia, quienes muchas veces han liderado procesos en otros clubes con relativo éxito.
Tomaremos como ejemplo el caso de Universidad Católica, que de la mano de su gerente deportivo José María Buljubasich, ha cosechado numerosos éxitos a nivel nacional, realizando contrataciones rimbombantes a escaso valor o apostando también por el desarrollo del fútbol joven.
No obstante, es importante que los clubes deleguen funciones en esta figura, confíen en su gestión y respalden en los momentos complejos, pues creemos que la figura del director deportivo debe trabajar pensando en el largo plazo, que le permitan crean bases sólidas para el éxito institucional y no a corto plazo, donde lo único que importan son los resultados.
Cada vez más aparecen nuevas figuras en los organigramas de los clubes, buscando la profesionalización de la actividad y delegar funciones que antes permanecían únicamente en los entrenadores y los dirigentes, quienes tomaban determinaciones entre cuatro paredes. Hoy los clubes tienen un puesto especializado en quien confiar las decisiones, las que buenas o malas, solamente se ven a lo largo del tiempo.