Hablar de Francisca Mardones Sepúlveda, es referirse a resiliencia, trabajo y, sobre todo, a grandes éxitos deportivos a nivel paralímpico. Sus preseas de bronce en los Parapanamericanos de Río de Janeiro 2007 y Guadalajara 2011 en el tenis en silla de ruedas, además, del oro en el lanzamiento de la bala en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, la tienen como una exponente de élite a nivel mundial.
Inclusive, por estos días, radicada en Talca, se encuentra preparando lo que será su participación en los Parapanamericanos de Santiago 2023, donde pretende dejar en lo más alto al país.
HUELLA
Pese a eso, por estos días otra de las ocupaciones que tiene la exponente de 45 años, es aportar en el desarrollo de los diferentes deportistas del país y, ahora, de la región.
Por lo mismo, junto al ex director regional del Instituto Nacional del Deporte del Maule, Sebastián Pino, iniciaron un importante sueño: La “Fundación Francisca Mardones”.
Fue la propia deportistas quien se refirió a los motivos de esta iniciativa: “La Fundación nace con las ganas de dejar un legado en el deporte nacional y en el Maule, más allá de resultados deportivos, lo más importante es darle los conocimientos a los jóvenes, a los niños y adultos sobre el deporte, el poder participar de distintos eventos deportivos y, como Fundación, estar siempre presente para apoyar en lo que se necesite y también crear alianzas con el mundo privado, para llevar todos esos recursos para quienes lo necesitan”.
El primer gran evento apoyado por esta Fundación, fue el reconocimiento a Manuel Herrera Blanco, que realizó la Municipalidad de Talca, instancia donde oficializaron que el Gimnasio Regional lleva su nombre.
La intención de esta institución es seguir potenciando el deporte y aportando en la región del Maule.