Las actividades recreativas y deportivas forman adultos más creativos. En los años 80’ y 90’, los establecimientos educacionales solamente tenían una jornada escolar, en la mañana o en la tarde, y el resto, eran actividades extra programáticas, donde cada uno elegía lo que quería hacer en su tiempo libre.
Había, desde clases de guitarra, teatro, habilidades manuales, todos los deportes y gran parte de los estudiantes elegía, a lo menos, una actividad diaria y podía desarrollar distintos tipos de cualidades, pasando gran parte del día en su colegio.
Hoy en día tenemos jornadas escolares más extensas, donde la actividad física es muy limitada, privilegiando solo materias duras, dejando de lado la creatividad y los deportes, lo que hace que, terminando las clases, los estudiantes dejan la escuela, porque no hay nada que ofrecer.
Pero eso no es todo, ya que, además, están tan cansados, que lo único que quieren es irse a sus hogares.
Si bien el medio está cambiando, deberíamos volver o repetir las cosas que nos hacen falta y que pueden ayudarnos hoy, a compartir mismos gustos con personas de nuestra edad, divertirnos en actividades en común, mas sociabilidad, menos vergüenza, más compañerismo e independencia en elegir lo que queremos. Ayudaría a tener más claridad en lo que queremos hacer en el resto de nuestras vidas, pues nos permitiría crecer y desarrollarnos mas fácilmente.