El último tiempo y, específicamente, luego de los encierros ocasionados a raíz del Covid-19, el fútbol amateur tuvo una notable evolución en cuanto a su desarrollo.
Y, es que después de estar carentes de deporte rey por más de dos años, volvió la fiesta a los pastos de los equipos amateur y, con ello, emergió un nuevo estilo en el amateurismo, que para algunos ha pasado casi desapercibido.
Lo anterior, pues de la mano de los equipos amateur han llegado las “transmisiones vía redes sociales”, las que, en principio en la región se encontraban lideradas por uno que otro medio, hoy es normal verlas a diario en los perfiles de cada uno de los peloteros.
Eso se ha visto reflejado en campeonatos, como el Interregional Sur, y las diversas copas regionales y nacionales, donde los medios de comunicación han acompañado cada una de las transmisiones de estos partidos, lo que hace algunos años era totalmente impensado.
Además de este nuevo actor, es normal ver a los entrenadores y jugadores viendo estos partidos y, con ello, ha aparecido el fenómeno –que hasta hace poco solo era aplicable para el profesionalismo-, de los análisis de los partidos televisados.
Ello, permite sacar conclusiones y poder planificar los partidos amateurs, de una forma cada vez más profesional, lo que es aprovechado por los preparados cuerpos técnicos, que, en algunos casos, se cuenta con un especialista en este rubro.
Sin embargo, junto con la evolución que se ha tenido del fútbol amateur, lamentablemente, las organizaciones que lideran los distintos campeonatos se han quedado atrás y siguen manteniendo las mismas formas que hace años atrás.
Creemos que es importante que la forma de ejercer el liderazgo sea modificada, en pos de que el futbol amateur se siga desarrollando y, como me gusta llamarlo, se “siga nivelando hacia arriba”.