En nuestro país, el 70% de la población aproximadamente disfruta viendo algún tipo de deporte semanalmente. De este porcentaje de la población, un no menor 20% es asiduo al fútbol de manera semanal, muchos de ellos fieles hinchas de los diferentes equipos que existen a lo largo del país.
¿Pero alguna vez usted se ha preguntado que hace que una persona sea fanática del fútbol?, ¿a qué se debe esa lealtad y amor incondicional por una camiseta?
Un reciente estudio evidenció que existen tres motivaciones sociales: el pertenecer a un grupo social, el entretenimiento y el sentido de pertenencia con el lugar de origen de cada uno. Existiendo también características personales, que se han estudiado, y que revelan que hay detrás del cerebro de un hincha del fútbol.
La primera de ellas, es que el seguir a un equipo de fútbol se transforma en un medio de distracción, donde independiente de los problemas personales que el hincha puede tener, cada partido se transforma en un medio de escape para cada seguidor, sumado a las múltiples emociones que contempla cada partido.
Otro punto importante es la admiración ante la destreza, precisión y habilidades propias de cada jugador que conforman un equipo de fútbol, siendo muchas veces un partido señalado como un verdadero espectáculo de entretención para grandes y chicos. Ante esta apreciación, se activan las mismas áreas cerebrales que al escuchar una obra de arte musical o ver la perfección del ballet, por ejemplo. Y, el último punto, es cómo ser seguidor de un equipo de fútbol, refuerza la autoestima de cada hincha, esto ya que la autoestima se puede satisfacer tanto por logros propios como de terceros. Esto lleva a los fanáticos a sentirse más felices y seguros de ellos mismos.
El ser hincha de un equipo se transforma en una práctica muy positiva, que beneficia a todos los miembros de una población, ciudad y país.