El presente año ha sido complejo para Deportes Linares. Más de lo común. La pandemia, el distanciamiento entre los directivos de la Corporación y de la Sociedad Anónima Lister Rossel más la mala administración se conjugó para que lo deportivo se viera perjudicado.
Luego de la derrota 1-2 ante Iberia, en el Fiscal de Talca, por la cuarta fecha del torneo de la Segunda División Profesional, el cuadro albirrojo ya planifica el compromiso del domingo al mediodía contra San Antonio, en el Estadio Elías Figueroa de Valparaíso.
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El cuarto técnico de la temporada, Nibaldo Rubio -antes estuvo Rodolfo Neme, Juan González y Mauricio Riffo- ha tenido que “hacer magia” para conformar las oncenas titulares para las dos presentaciones que ha tenido el equipo en la temporada debido al diezmado plantel.
De hecho, en la tercera jornada, cuando cayó 0-1 ante Vallenar en La Serena, el “Depo” presentó 14 jugadores ante la falta de elementos habilitados para jugar, pues muchos emigraron y otros no fueron inscritos en la fecha oportuna. “Si seguimos esperando a los compañeros que puedan jugar, seguiremos ahí. El profesor le ha dado la posibilidad a varios y hay que aprovecharlas”, dijo el capitán linarense Bastián Irribarra.
La planilla de Linares fue conformada a la rápida, donde el DT ha tenido que improvisar en ciertas posiciones, con un plantel plagada de gente joven, pero con hambre de poder cumplir una correcta labor en este torneo en el que los albirrojos no jugaron en la inicial jornada ante General Velásquez, de local, y con Deportes Concepción, de visita, cotejos que serán reprogramados por la ANFP.
Gráfica: Patricio Arias/Comunicaciones ANFP