Los torneos internacionales a nivel de clubes, organizados por Conmebol, entran en tierra derecha y los balances de los equipos chilenos empiezan a tomar forma.
En Copa Libertadores, las realidades son claramente opuestas entre los dos representantes del futbol chileno. Los albos en el año del centenario han decepcionado absolutamente tanto dentro como fuera de la cancha, que lo tienen sumido en una profunda crisis y negociando la salida de su técnico Jorge Almirón, a quien hace 2 meses le habían extendido su contrato hasta fines del 2026.
Dentro de la cancha el pobre rendimiento lo tiene último en el grupo, con un par de goleadas en contra, y de paso ni siquiera le alcanzó para jugar repechaje en Copa Sudamericana.
Fuera de la cancha ni hablar. Escándalo contra Fortaleza y castigo de 5 partidos sin público en el Monumental y 0-3 por la vía administrativa.
En tanto, Universidad de Chile ha jugado una copa correcta en un grupo duro y llega a la fecha final con opción de avanzar a octavos de final y en el peor de los casos repechaje de la Sudamericana.
Por su parte, en Copa Sudamericana, el balance para los chilenos ha sido negativo.
Los elencos de Unión Española e Iquique, han sabido más de derrotas que victorias y están sin opciones de seguir en carrera.
La campaña con números azules corre por cuenta de Palestino, que ya está instalado en play offs de los octavos de finales.
Así ha marchado el camino de los equipos chilenos en la antesala de una nueva fecha doble de las Clasificatorias mundialistas, agendadas para junio y donde la Roja recibirá a Argentina y será visitante en la altura contra su similar de Bolivia, lo que para muchos no es más que prolongar la agonía.