Todo entrenador que trabaja en etapas formativas busca incentivar el gusto de la práctica deportiva en sus pequeños dirigidos, que recién inician y descubren un nuevo deporte.
El objetivo principal es que el o la niña disfrute, se divierta y se enamore de esta disciplina, que su técnico le esta enseñando, para que pueda practicarlo, ojalá, durante toda su vida y pueda llegar lo mas alto posible. O en su defecto, que disfrute para practicarla apasionadamente, que pueda formar vínculos de amistad o viva lindas experiencias.
¿Cómo podemos lograr ese propósito? Muchas formas ayudan a conseguirlo: principalmente, formando un entorno sano y seguro, donde el niño que se inicia se sienta a gusto para desarrollarse.
También la formación de vínculos de amistad y colaboración en estos grupos, es un factor fundamental para conseguir la adherencia deportiva, pero aparte de estos factores ambientales, también existen otros que tienen que ver con remover lo interno de las personas: la búsqueda del desafío, la pasión por ser mejor y promover sentimientos de autonomía y competencias personales. Para esto existe un concepto clave que se puede llevar a la cancha, la pista, la piscina o el lugar en el cual se desarrolle: la creatividad.
Una serie de estudios avalan que si la práctica deportiva proporciona la oportunidad de ser creativos, será mucho mas probable que los niños se motiven a hacer deporte y encuentren en los entrenamientos y competencias, una gratificación inherente a su propia creatividad.
Para estos efectos, la creatividad en el deporte encuentra tres aspectos fundamentales: el primero es la iniciativa para asumir responsabilidades y resolver situaciones concretas tanto dentro como fuera de área deportiva. Estas responsabilidades deben ser acordes a la esperadas a su edad, por lo cual, es imprescindible la lectura del entrenador.
La segunda, es la variabilidad de las soluciones, que los niños encuentran, en lugar de utilizar siempre las mismas. Para esto, es muy necesario que el entrenador refuerce y no coharte las iniciativas creativas de los chicos, aunque estas conlleven un resultado desfavorable. No olvidemos que estamos en etapas formativas y buscamos la adherencia.
Y, finalmente, el útimo aspecto es la originalidad de las soluciones, para lo cual es importante fomentar el empleo de soluciones nuevas, y no quedarse con las mismas de siempre. El refuerzo positivo y las palabras de aliento del estratega son claves para fomentar estos aspectos, sobre todo, cuando las soluciones creativas que otorgan los niños, terminan siendo razonables y funcionales. Recordemos que el lenguaje construye realidades.
La adherencia deportiva es clave para el desarrollo deportivo de nuestro país, y como trabajadores del deporte, es el mejor legado que podemos otorgar. Si una persona practica deporte con la misma frecuencia a los 7, 15, 25, 34 y 55 años, ya ganamos.