Estamos viviendo el último mes del año 2021 con todas las dificultades que esta pandemia trajo consigo a las diversas actividades deportivas que fueron limitadas, provocando que muchos objetivos o metas trazadas de las diversas instituciones no se pudieran concretar. Ante lo anterior, los clubes deberían modificar su política, plan, programa y proyectos, adecuándolos al nuevo escenario que posiblemente nos acompañe durante un buen tiempo del año venidero.
Se sabe de la relevancia que tiene un plan de desarrollo para las entidades, tanto amateur como profesional. Este plan debe estar acorde con la política deportiva del club que persigue ciertos objetivos a largo, mediano o corto plazo.
Siguiendo con la secuencia de la planificación, esta debería estar compuesta por diversos programas que abarque todos los ámbitos que una institución pretende potenciar o mejorar, como por ejemplo: iniciación al deporte, la parte recreativa o lúdica, proyección o detección de talentos (promesas), lo competitivo, lo formativo, entre otros. Cada uno de estos programas está compuesto por una variedad de proyectos que se llevan a cabo teniendo como norte el objetivo o meta propuesta.
Para la ejecución de éstos se requieren personas que serán el recurso más importante o el valor agregado, es decir, la persona con las competencias más idóneas para tener más posibilidades de alcanzar el objetivo. Es ideal que sea un profesional de la educación física, con cursos de perfeccionamiento y así estaríamos nivelando hacia arriba el deporte en nuestra comuna, región y país. Este recurso humano que liderara el equipo debe contar con el apoyo de la directiva en la facilitación de su trabajo proveyendo de todos los materiales necesarios o solicitados por esta persona en pos del objetivo en común.
Además, teniendo un permanente diálogo creando las confianzas que permitan la transmisión de los conocimientos adquiridos en su experiencia. Lo descrito anteriormente requiere de un control o monitoreo permanente, que nos permitirá detectar las falencias y su corrección a tiempo para poder retroalimentar el plan. Hasta ahora hemos comentado desde una base teórica que nos recomiendan los diversos especialistas en sus libros. Las preguntas que surgen: ¿estamos transfiriendo la teoría a la práctica? o ¿estamos solamente en la teoría? Y por último ¿estamos realizando la práctica sin una base teórica?… como muchas otras interrogantes.
*Profesor de Educación Física.
Diplomado en Gestión Deportiva.
Magister en Educación (m) Gestión Educacional.
Doctor en Ciencias de la Educación (e) Evaluación y Acreditación.