Este sábado 22 de abril, en el Estadio Fiscal de Talca, el hincha rojinegro llegó con alta expectación por la buena campaña que viene realizando la centenaria institución este 2023.
Con cinco victorias consecutivas, incluyendo Copa Chile, el elenco piducano venía cumpliendo buenas actuaciones y rompiendo malas rachas históricas de la mano del querido estratega, Dalcio Govagnoli.
Había expectación y confianza en lo que podía ser la sexta victoria en línea. Pero, como buen hincha ranguerino, sabemos que no siempre se gana y se tropezó con San Felipe, que se plantó bien y de manera inteligente.
Como años anteriores, se podía pensar que el estadio se iba a nublar de alegatos, desazón e impotencia por la poca reacción del equipo, pero, este sábado, la situación fue diferente.
Es tal la conexión del equipo de Giovagnoli con la gente, qué se eligió por creer. Y sí, el camino es largo y pedregoso. Siempre ha sido así la Primera B. A no olvidar que el 2011, para el último ascenso de Rangers en la B, el camino fue largo y no exento de dolores. Rangers llegó a perder incluso siete partidos seguidos. Sin embargo, el equipo se logró sobreponer y lograr el ansiado ascenso.
Si alguien pensó que este año sería distinto, estaba equivocado. Fue un cable a tierra, que es necesario en esta parte del torneo. Que nos sirva para retomar fuerzas y recordar que el camino jamás fue fácil.
Los equipos que logran éxitos deportivos son los que se conforman con un plantel unido y convencido, con la gente conectada con el equipo. El hincha rojinegro dio una muestra que sí esta presente. Que sí entiende el mensaje. Que el camino será largo y doloroso, pero nuestro sueño sigue intacto y que nadie nos puede bajar del viaje.
Sigamos así pueblo rojinegro, elijamos creer. Los días más felices fueron con Dalcio. Súbete a la Dalcioneta, todavía quedan cupos.
¡Vamos Rangers todavía!