El paso de los hermano Ricardo y Sebastián Pini en Rangers tuvo varios matices. Si bien en aquella administración el Club consiguió un ascenso a la Primera División en 2011 y una semifinal en el fútbol de honor en 2012, lo extrafutbolístico también quedó negativamente en la retina de los hinchas talquinos, quienes vieron como su institución era utilizada, entre otras situaciones, para triangulaciones de futbolistas que eran transferidos a otros mercados desde la tienda piducana.
En la última parte de aquella administración, el encargado de dirigir al Rojinegro desde Talca fue el gerente, Martín Iribarne, quien misteriosamente se mantuvo en la institución, tras el cambio de dueño, que posteriormente recayó en inversionistas talquinos, liderados por Jorge Yunge.
IRREGULARIDADES
Fue precisamente en ese entonces donde se dieron irregularidades, las que en parte desclasificó un ex jugador de la época. Cristóbal Bustamante Valenzuela (30), delantero formado en Rangers y que debutó en 2009, se refirió a diferentes situaciones que involucraron en su momento a Iribarne, actual gerente de Unión La Calera, que se encuentra en el ojo del huracán por avalar una eventual suplantación del meta Alexis Martín Arias.
A través de sus redes sociales, el también jugador con pasos en Iberia, Colchagua y Melipilla, compartió precisamente una entrevista del argentino, donde aseguró: “La persona más mafiosa que me tocó conocer en el fútbol. Por personas como está,
es que el futbol chileno está tan mal”.
CONTRATO
Pasión por los Deportes se contactó con este ex futbolista, quien detalló las diferentes situaciones que vivió. “En lo personal tuve una experiencia muy mala, porque él estaba manejando el equipo, de todas maneras, reconozco mis errores, porque estuve muy mal asesorado por representantes”, dijo el “Toto” .
Según contó el atacante, su mala experiencia vino tras el desconocimiento de un contrato por cuatro años por parte del Club. Después de haber ido a préstamo a Iberia de Los Ángeles y regresar a Rangers, Dalcio Giovagnoli le comunicó que no estaba en los planes, por lo que buscó alternativas en Colchagua, elenco que estaba en ese entonces, en Tercera División.
Fue ahí que comenzó el calvario, pues “ahí firmé ante notario un anexo que congelaba mi contrato. La idea era después de jugar allá, volver a Rangers. Firmé confiado en que terminando en Colchagua volvía, pero cuando volví me hicieron la desconocida, no se reconoció el contrato y me quedaban dos años. Hablé con él y me dijo que mi contrato no existía, que se había dado término. Quizás en ese momento podría haber tomado el contrato y haber exigido mis derechos, pero no estaba asesorado y me quedé callado sin poder defenderme”.
POR MÁS
Pero eso no fue lo único, pues Bustamante, aseguró: “Lo que hacían con la gente de casa era horrible, no correspondía y no valoraban nada. En ese entonces, Ángelo Sagal estaba jugando muy bien, pero justo estaba viendo el tema de la renovación y no habían llegado a acuerdo y ellos dieron orden a que no jugara más, imagínate…”.
Los más grandes tampoco se salvaban, según agregó Bustamante: “Los contratos privados eran muy comunes, ellos trabajan mucho con eso. A los más grandes los hacían firmar. Uno escuchaba y además estaba con ellos, entonces los más grandes alegaban porque en esos contratos privados se demoraban mucho, porque las planillas las firmaban con los contratos ANFP, que eran mucho más bajos y se hacían los desentendidos. Eran un desastre”.
Consultado del por qué no denunció antes, este actual emprendedor en administración de edificios con su empresa LEK, cerró: “En el momento uno era más joven y no se atrevía a hablar, pero ahora lo analizo mejor y cada vez que veo estas noticias me da impotencia”.