No está muerto quien pelea es uno de los dichos populares en nuestro país. Más allá de las dificultades que pone la vida, la importancia de cada ser humano de sobreponerse a la adversidad es una cualidad valorable, pues no todos logran hacerlo.
Una de las personas que más allá de las grandes complicaciones que ha tenido en su vida, ha logrado batallar contra viento y marea, es Felipe Lizana Miranda (35). Resulta que cuando solo tenía 12 años, su sueño de ser futbolista profesional se truncó, debido a que una bacteria, por una eventual negligencia en el Hospital de Talca, lo obligó a perder su pierna derecha.
No obstante, gracias al tremendo apoyo de su familia, su madre, abuelos, tíos y hermano pudo luchar desde muy pequeño para intentar hacer una vida similar a la de sus compañeros y, en cierta medida, así fue, ya que cuando estaba en el colegio los recreos no los pasaba en la sala lamentándose, sino que todo lo contrario, pues fue por muchos años el arquero de esos partidos de niños.
Con el tiempo, Felipe, quien actualmente es padre de tres niños, por los cuales lucha día a día (Jhelen, Felipe y Joaquín) y trabaja en el departamento de Adquisición de la Municipalidad de Talca, recibió la invitación de un amigo para ser parte del campeonato de fútbol amateur de la comuna, denominado Pepe Lepew, donde comenzó a jugar de manera competitiva.
SUEÑO
Lo siguiente fue en el Club Los Copihues, perteneciente al Canal Rural de Talca, donde pudo demostrar su talento y ha sido acogido como uno más de esta escuadra. Sin embargo, lo mejor estaría por venir, ya que en una de esas pichangas recibió una noticia que le cambiaría su vida.
“Me acuerdo que un día se me acerca una señora y me habla sobre la selección de fútbol de amputados y ahí cambió algo para mí, por toda la expectativa que tenía cuando niño las deposité ahora acá. Me dijo que hablara con el profesor de la selección, le envié unos videos jugando y él me invitó a participar en un campeonato que hicieron de manera interna. Me fue bien, el profesor me dijo que siguiera con ellos y estoy yendo a entrenar a la selección de fútbol de amputados todos los domingos en Santiago”, dijo Felipe Lizana.
Esta posibilidad ha sido un verdadero sueño para este deportista, quien está siendo apoyado por la Constructora Independencia para efectuar sus viajes, mientras que la Intendencia le ayudó con implementación deportiva. Sobre este sueño que está viviendo, este volante creativo, acotó: “Con el tiempo uno piensa, todo pasa por algo… y creo que a mis 35 años estoy viendo este tema, quizás no fui profesional, pero se me está dando esta posibilidad de ser seleccionado, así que estoy muy contento por todo lo que me está pasando, es bonito. Luego de lo que me pasó con mi pierna, nunca pensé que me pasaría esto”.
MUNDIAL
Cabe consignar que la selección de amputados fue fundada en abril de 2019, por el profesor Juan Pablo Shaaf, quien aseguró: “Nosotros, principalmente, fundamos esto como un taller recreativo, pero después nos fuimos dando cuenta que podríamos formar algo más grande a nivel país y en eso estamos”.
Si bien en su minuto comenzaron con tres personas, hoy son más de 20 a nivel nacional, quienes llegan de distintos puntos del país, como ocurre con Felipe. El objetivo por estos días en la selección es prepararse para clasificar al Mundial de fútbol de amputados, que se desarrollará en 2022 en Turquía, por lo cual este elenco buscará meterse dentro de los tres clasificados de esta parte del mundo.
“Actualmente estamos entrenando los días domingo y ahora con los cambios de fase tuvimos que reprogramar todo, así que vamos a entrenar durante la semana el día viernes. Los muchachos están muy motivados. Este año son las clasificatorias al Mundial, donde deberemos luchar uno de los tres cupos ante Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia y Perú. Serán varios partidos en dos semanas y esperemos clasificar, lo que sería muy bonito para todos”.
En agosto, aunque dependerá de la pandemia, esta escuadra tiene planificado un viaje a Argentina a enfrentar al país trasandino para ir poniéndose a tono en lo futbolístico y llegar de la mejor manera a las clasificatorias, donde un talquino dirá presente.