A sus cortos 13 años, Agustín Osses Poblete se ha ido haciendo camino al andar como karateca. Cuando comenzó era un sueño poder llegar a la selección chilena, pero esa ilusión se transformó en realidad, pues este talquino cumplió ese anhelo gracias a sus excelentes resultados en el área de combate.
El menor debió adaptarse este 2020 debido a la pandemia. “Ha sido aburrido porque paso mucho tiempo encerrado y los entrenamientos han sido mayormente online. No se han realizado torneos, a los que me gusta mucho participar, tampoco se efectuó el Nacional que es el más importante y para el cual nos preparamos muy bien. Además, sigo entrenando por la selección Chilena vía zoom”, dijo el alumno que pasó a octavo básico en el Colegio San Esteban.
SITUACIÓN
Más allá de esta situación y a una lesión que ha tenido, Agustín ascendió de grado, a 2° Kyu (morado), lo que fue avalado por la Escuela de Artes Marciales Ken-Shin-Do. Consultado por este hecho, sostuvo: “Para mí es un gran logro, ya que es un paso importante en mi carrera como deportista. Después de este cinturón morado viene el café y el cinturón negro primer dan que sería una meta fijada para un par de años más”.
En cuanto a lo que viene, dijo: “Seguiré preparándome cada día mejor y entrenando lo más que pueda para así lograr mis metas. Una de ellas es representar a mi país en competencias internacionales y conseguir una medalla. Eso sería parte de un sueño cumplido”.
Agustín Osses ha venido recuperándose de una dolencia en la rodilla y el talón, pero de a poco ha ido evolucionando.
“La lesión fue diagnosticada por el traumatólogo Roberto Morales, el cual me ofreció verme cada vez que lo necesite y estoy muy agradecido de eso. Luego seguí con los ejercicios del kinesiólogo, Jans Nicolás Aguilera del que también estoy agradecido lo mismo que de mi profesor Luis Troncoso”, cerró el doble monarca nacional.
OBJETIVOS
Los objetivos son variados para este talquino, que en el tatami ha dejado en claro sus virtudes, las que lo han llevado a ser reconocido y a vestir los colores patrios, lo que no cualquiera lo cuenta.