El entrenamiento deportivo es simplemente un estrés del metabolismo, es una señal a nuestra fisiología para que se adapte de una manera específica.
Los atletas competitivos, incluso los recreativos, aumentan progresivamente el nivel de estrés en el entrenamiento para lograr adaptaciones, tanto físicas, como psicológicas, que mejoran el desempeño durante el entrenamiento.
Sin embargo, este aumento progresivo de estrés puede exceder la habilidad del atleta para adaptarse y puede provocar un descenso en su desempeño, como consecuencia generando una posible lesión o enfermedad que puede ser recurrente, y es aquí donde la alimentación juega un rol importante, puesto que si es saludable, equilibrada y aporta los nutrientes esenciales, puede mejorar en la funcionalidad potenciando su desempeño deportivo.
Las proteínas son una parte esencial en un régimen nutricional, junto a otros macro y micronutrientes siendo la base para que nuestro cuerpo pueda desarrollarse de manera integral.
¿Qué tan importante son las proteínas?
Promueve la recuperación muscular y el buen desempeño deportivo, fortalece la función inmunológica, mejora la función de reparación y construcción muscular posterior a un ejercicio y podría contribuir a incrementar la fuerza, velocidad y potencia en deportes anaeróbicos.
¿Y cuánta cantidad necesito?
Las cantidades diarias requeridas irán en relación a la característica del ejercicio físico y deporte, por ejemplo, si una persona sedentaria, pesa 60 kilos, un aporte de 0,8 a 1 gramo por kilo de peso al día serán suficientes, pero si esta misma persona práctica entrenamiento de resistencia, como carreras de fondo, necesitará de 1,4 a 1,6 gramos, que se cubren con 84 gramos de proteína al día, por consiguiente, si esa misma persona realiza un ejercicio de fuerza sus requerimientos aumentarán de 1.6 a 2.0 o 2.2 gramos al día, que implicará un consumo de 120 gramos de proteína.
¿De qué fuentes alimenticias obtenemos las proteínas?
Generalmente, las encontramos en alimentos de origen animal, como: variedades en carnes, pescado, mariscos, huevo, lácteos; Y de origen vegetal, en legumbres, frutos secos, semillas, tofu, seitán, entre otros.
Cuando la dieta no alcanza a cubrir el requerimiento diario, una muy buena opción podría ser obtenerlos de la suplementación. Existen variedades de opciones en el mercado para distintos patrones de alimentación, como veganos, vegetarianos y omnívoros. La elección de elegir el correcto lo detallaremos en la próxima columna.
En último lugar, hay momentos claves de su consumo o ingesta, por lo que una buena distribución de proteínas a lo largo del día, junto a la cantidad y finalmente el tipo, será fundamental a la hora de alcanzar tus objetivos. Recuerda que siempre es bueno asesorarse con un profesional del área si quieres mejorar tu rendimiento en la actividad física o deporte.