Este sábado, la selección chilena terminó su participación en la Copa América 2024 de la peor forma, quedando eliminados en fase de grupos, sin marcar un gol en la competición y de paso, sumó 550 minutos sin convertir un gol en torneos oficiales.
A ello se le suma el vergonzoso arbitraje que condicionó el trámite de los encuentros de la selección nacional en la competición.
Las críticas se volcaron al mandamás de la Asociación Nacional de Futbol Profesional (ANFP), Pablo Milad, y su secretario general Jorge Yungue. Y claro, la injusticia deportiva en contra de Chile sumada a la impotencia de no lograr la clasificación, sin marcar un gol, abrió flancos tales como que Chile no posee peso en la Conmebol.
Pero el tema es más profundo que el contexto que rodea a nuestra selección nacional. El análisis debe ser más profundo y enfocado en nuestras propias debilidades y amenazas que se avizoran para el futuro.
Es evidente la falta de liderazgo y la carencia de un proyecto concreto en la administración liderada por Milad y Yungue.
No hay un rumbo claro en lo deportivo, pero no solo es culpa de los mencionados, los clubes son los principales responsables de la actualidad deportiva. Son ellos los llamados a formar jugadores que puedan competir de buena forma a nivel internacional. Es evidente que los clubes no invierten lo necesario en la formación de futbolistas. El negocio ahora lo manejan representantes de jugadores, que solo les interesa el corto plazo, como generar más utilidades de la manera más rápida posible y no les interesa la selección, el fútbol chileno, ni nada. Solo la generación de utilidades de manera rápida.
Ejemplos hay muchos en Chile, por nombrar algunos, Unión La Calera, solo se dedica a la triangulación y venta de jugadores argentinos. Saben que los argentinos tienen mejor formación y que los pueden vender de manera más rápida y a un mejor valor. Por esta razón, acá tiene que haber un cambio desde la cúpula hasta la dirección de los clubes. Preguntas y respuestas claras.
¿Queremos mejorar como fútbol o solo nos interesa subsistir y sacar adelante el día a día y ganar dinero? Se necesita invertir más en el futbol joven, darle importancia, inyectar recursos a la formación de jugadores integrales. ¿Cómo se hace eso? Los que lideran el futbol chileno tienen que dar el paso. ¿Cómo? Bueno, la mina de oro del futbol chileno son los derechos televisivos. A los clubes de Primera A y B le llegan millonarios ingresos mensuales.
Creo que acá deben definirse nuestros reglamentos económicos, con esto me refiero a que el directorio de la ANFP debería proponer que un porcentaje importante de esos ingresos mensuales sean destinados a la formación de nuevos jugadores en los clubes.
Es solo ello lo que nos permitirá en el mediano y largo plazo sacar jugadores de elite. No existe otro método que la inyección de recursos en la formación de deportistas de alto nivel y de formación integral. Esa es la clave. Limitar las planillas de sueldos de los planteles profesionales a través del fair play financiero, con tope y que sea obligación invertir un porcentaje considerable en la futbol formativo.
Solo así se podrán lograr mejores resultados. Suena utópico y claramente lo es, porque mientras las SADP sigan pensando solamente en lucrar, no habrá nuevos jugadores de elite internacional, ni selección competitiva, ni menos un equipo chileno compitiendo internacionalmente. Solo tendremos que esperar otros 100 años para que como arte de magia puedan coincidir jugadores de élite, tal ocurrió con la generación dorada.