Cada fin de semana que pasa, uno piensa que Rangers tocó fondo. Lo preocupante es que siempre está peor, ojo, y en todo ámbito. Es un síntoma, que no solo se aprecia este año y, no solamente en la cancha, es algo gradual a lo largo de los últimos 10 años.
Cada segundo, cada minuto, cada día y semana que pasa, el Rojinegro suele estar peor que antes. Es el crudo momento por el que pasa el Club.
Pero aboquémonos a lo ocurrido en San Felipe, aunque no da para mayor análisis. Desde el inicio, se notaba y se apreciaba que iba a perder el partido. Tal como ocurrió en Arica. No por lo futbolístico, sino por lo actitudinal.
El equipo, si es que puede llamarsele así, a lo largo del año ha carecido de coraje, valentía y picardía para ir a buscar los partidos e inocencia absurda para defender en el mismo. Generalmente, el rival nos supera con mucha facilidad en la cancha, a tal punto, que nos da un baile, como se conoce en términos futbolísticos, cuando el adversario maneja el partido a su antojo.
Lo del sábado 26 de agosto fue penoso realmente, el equipo no puso, absolutamente, nada para siquiera competir. Este elenco solo participa. Dejó de competir hace rato. El oponente nos pateó al arco todo el partido. En cada jugada que ellos tenían la posesión del balón, esa posesión terminaba en un disparo a portería. Rangers no entrega objeción, hay jugadores en el plantel que ven como pasan por el lado suyo los rivales.
Realmente parece un entrenamiento, donde Rangers es el típico equipo que en la práctica le toca solo marcar la posesión, pero no quitar el balón. Realmente lo de ayer era así. San Felipe jugaba y Rangers miraba. Sin amor, sin compromiso, sin pasión, sin espíritu, ni vergüenza deportiva.
En el fútbol se puede perder, empatar o ganar, lo cual es impredecible, puedes jugar bien y perder. Es parte del juego. Al revés igual. Los ranguerinos muy bien lo sabemos. Pero hay algo que si esta en el control de los jugadores, que no es ni más ni menos que entregar esfuerzo, compromiso y actitud. Puedes ser malo, pero la actitud dentro de la cancha no se negocia.
El problema no radica en que juegue mal o bien, es que esta planilla de jugadores no siente el compromiso con el Club, solo les interesa cobrar a fin de mes y dar el mínimo, si, el mínimo, porque es eso lo que hacen estos jugadores mediocres, dar el mínimo.
Los rivales le ganan a Rangers con muy poco, solo con viveza, actitud e ir a todas las pelotas. No solo mirar como la vida pasa por el lado tuyo.
En eso estamos hoy, un plantel quebrado y peleado (se peleaban dentro de la cancha constantemente). Todo indica que todavía no tocamos fondo.
No les pedimos que ganen, solo les pedimos que tengan vergüenza deportiva.
Que Jorge Donoso Espejo, la familia Ramsay, Luis Greenstreet y todos sus amigos nos perdonen, pero que también nos ayuden, porque estamos muy cerca de desaparecer deportivamente.