Hace unos meses, leí un escrito en redes sociales que me pareció bastante importante no dejar pasar, acá se los dejo.
Muchas veces, en el deporte, nos vemos sometidos a una presión social dentro del mundo deportivo, en el que se nos exigen resultados, dejando de lado el disfrutar lo lindo del deporte que practicamos y, enfocados, solo en los objetivos que podemos conseguir.
Cuando nos adentramos en el mundo de las competencias deportivas, es lindo conquistar nuestras metas y ver cómo los logros que nos proponemos cumplir, se vuelven realidad, pero…
¿No es más lindo lograrlo siendo felices, libres de presiones y en un ambiente grato?
Suena difícil, pero si dejamos de lado la obsesión por ganar y nos permitimos disfrutar lo que hacemos, antes que disfrutar lo que logramos, creo que sería posible.
Los invito a reflexionar y plantearse la pregunta: ¿Somos felices practicando nuestro deporte en el ambiente que nos encontramos, o solo somos felices cuando nos premian por nuestros resultados?
Esto que acabo de exponer, es el claro ejemplo de lo que muchos deportistas, en cualquier área, que se encuentren viven diariamente: presión, crisis de angustia, crisis de ansiedad, etc, muchas veces gatilladas por el ambiente en el cual se encuentran y en muchas ocasiones esperando resultados con este nivel de estrés.
En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se mostró claramente, por medio de una deportista de elite, como la gimnasta Simón Biles, lo que significa dejar de disfrutar y hacerlo solo por un resultado.
En este caso, claramente un gatillador importante fue el abuso por parte de un integrante del equipo de trabajo de Estados Unidos, eso nos deja la pregunta: ¿Debemos llegar a este límite para pedir ayuda?
Llevando esto a nivel regional, donde muchos deportistas han vivido lo mismo o actualmente viven lo mismo, ¿cuál sería un rol protagonista como región para avanzar?.
Creo que sería fundamental avanzar en la salud mental de los deportistas de nuestra región y, así también como, la salud mental de los entrenadores, que están a cargo de sus deportistas (niños, adolescentes), ya que muchas veces lo que los deportistas están viviendo, viene de la mano con el equipo de trabajo que tienen al lado.
Con este escrito, me quiero despedir dando hincapié a nuestra salud mental y también a lo importante que es en cualquier ámbito que nos propongamos en la vida.
*Por Camila Castillo y ayuda de Benjamín Zúñiga, jugador de tenis de mesa y estudiante de psicología Universidad de Talca.