La unión, el compromiso y la sinceridad son valores que uno busca en la amistad y, muchas veces, se encuentran en el deporte.
En mi experiencia como basquetbolista lo he vivido, a la par, con mi amigo que me llevó por la ruta de mi pasión deportiva.
No hubiera sido lo mismo sin ello presente en las derrotas y en los triunfos, no me recriminó, porque me equivoqué y me apoyó siempre desde mi época juvenil.
Atesoro en mis recuerdos, mi paso el Club Vulco de San Bernardo, en el año 77, siendo juvenil invitado por mi amigo Manuel Herrera, en esos años nos trasladábamos en tren solo a entrenar, sacrificando fiestas, encuentros familiares u otros compromisos.
Ya en serie adultas, compartimos equipo en el Club Universidad Católica, de Santiago, logrando grandes triunfos, hasta hacer una dupla potente jugando casi de memoria, con pequeños gestos creábamos jugadas de alto nivel, que hacían vibrar de emoción a los espectadores. También jugamos juntos en Español de Talca.
Hoy comparto la alegría y el honor de haber estado a la altura del básquetbol chileno, y de mi zona, junto a Manuel, a quien han destacado llevando su nombre en el Gimnasio Regional de Talca.
Me siento orgulloso por este reconocimiento, ganado con sudor en la cancha, quedando este hecho en la historia de mi ciudad y del básquetbol chileno.