Para nadie es un misterio que el fútbol nacional pasa por uno de los peores momentos de los últimos años. Y, es que al pésimo nivel del torneo, se le suma ahora una selección chilena incapaz de clasificar a una copa del mundo, en lo que se podría definir como el “ocaso de la generación doradada”.
A eso, debemos sumarle los serios cuestionamientos tanto al máximo timonel de la ANFP, Pablo Milad, como al nivel mostrado del referato nacional, el que últimamente ha estado repleto de polémicas.
En síntesis, el fútbol chileno se encuentra inmerso en una crisis de proporciones, donde no se ve auspicioso el panorama y donde los dirigentes, y quienes deben guiar sus destinos, parecen más enfocados en generar réditos económicos que en logros deportivos.
Pero, ¿a qué se debe esta crisis y qué explicación tiene? Hay quienes sindican así las sociedades anónimas como causantes de esta crisis, hay otros que culpan a la mala distribución de los dineros de las transmisiones televisivas y, otros tantos, a los representantes de los jugadores y dirigentes.
En ese contexto, aparece como “salvador” un desconocido para muchos llamado Francis Cagigao, quien fue contratado precisamente para modernizar y reestructurar el balompié criollo, en su esencia, pensando en un proyecto a largo plazo. El español fue uno de los gestores del exitoso periodo del Arsenal de Inglaterra y busca replicar lo mismo en suelo chileno.
En conferencia de prensa, el pasado 1 de abril del año en curso, el Director Deportivo de todas las series de la selección chilena, incluyendo la rama femenina, habló de la “regeneración del fútbol chileno” y dio luces respecto de cuáles han sido, a su juicio, los problemas con los que se encontró en su llegada a Chile y cómo esto repercutió en la crisis del fútbol chileno, la que para él empezó el 2015.
Falta de estructura deportiva, de recursos, nula inversión de los clubes (5%), ausencia de departamento de scouting o captación de jugadores, ausencia de cimientos sólidos que permitan pensar en un proyecto a largo plazo fue el escenario con el que llegó.
En ese orden de ideas, en la misma conferencia contó públicamente que es lo que él ha hecho desde su llegada dando a entender que se ha avanzado bastante, pero señalando que todavía queda mucho por trabajar, sobre todo, en cuanto a las generaciones que vienen y a la organización administrativa de la Federación del fútbol.
Solamemte el tiempo dirá, si la llegada de Cagigao, contribuirá en algo a la hora de resolver la crisis profunda en la que se encuentra el balompié nacional, que por ahora no mejora y donde el panorama cada vez es menos auspicioso.