El mundo tuerca y cada uno de los deportes tienen sus seguidores en el Maule, esos que apasionadamente se dedican a estas disciplinas.
En el caso de Diego Lara Plaza su vida, a sus 17 años, es en base a estar cerca de un vehículo antiguo. De hecho, es parte del Club Talclásico.
“Salimos a eventos con otros clubes de otras comunas y regiones, donde se conoce muy buena gente con la misma pasión. La mayoría te ayuda en lo que puede como conseguir repuestos o la experiencia de trabajo”, indicó el talquino que pasó a cuarto medio del Colegio Integrado.
INICIOS
Consultado por sus inicios en esta actividad de reparar autos de antaño, sostuvo: “Mi pasión por los autos nace por mi padre (Mario Lara). Un día encontró un Ford Maverick, año 1972, estacionado cerca de su lugar de trabajo y buscó el modelo durante mucho tiempo hasta que encontró uno en Hualañé, lo compró y en ese entonces yo tenía cinco años. Un día mi padre me los pasó para manejar y esa fue la primera vez que me comenzaron a gustar los clásicos”.
Por otra parte, Diego, recordó: “En un inicio comencé a ayudar a limpiar piezas de motores. En ese momento me di cuenta que aparte del dinero es mucho tiempo y paciencia que se le dedica. Después de restaurar mi auto (Oldsmobile Cutlass Supreme 70), con mi padre recibimos proyectos como un ajuste de un motor v8 y carrocería de un Camaro. No es algo a lo que me dedique, al igual que mi padre, solamente es un hobby”.
TEMA
Es un estilo de vida el tema de los autos, ya que es una verdadera familia, la que componen los amantes de los vehículos clásicos.
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