Me causa una impresión fascinante el protagonismo que está generando el deporte femenino a nivel e internacional.
Veo con gran entusiasmo como hemos ido tomando el espacio que nos corresponde en el deporte y cómo nuestras familias van generando redes de apoyo para que nos acerquemos aún más a nuestros sueños.
Si bien en muchos deportes la remuneración no es la misma que en los hombres, veo con más optimismo que cada día avanzamos en la igualdad de género en este ámbito.
Muchos estereotipos se han roto gracias a que las mujeres estén insertas en el deporte, lo vimos reciente en los Juegos Olímpicos, donde la cifra de competidoras va aumentando cada día más.
En Europa se puede ver en muchos casos como para las familias puede ser una prioridad que las chicas se dediquen profesionalmente a su deporte, eso antes como sociedad era impensado.
Es sumamente necesario darle crédito a nuestras deportistas nacionales que tanto se han esforzado en su vida para derribar estos muros impuestos por la sociedad, “donde el deporte era solo pensado para los hombres”, dijeron las generaciones que nos antecedieron, dejando este legado maravilloso de atrevernos a ser deportistas con menos miedos a ser juzgadas, con un autoestima más elevada y contribuyendo en el desarrollo de la mujer en el deporte.
*Tenimesista de corazón en vigencia y Coach Ontológico