En la presente semana comenzaron los juegos Paralímpicos y a través de esta columna les deseamos el mayor de los éxitos a nuestros deportistas. No obstante lo anterior hablaré sobre los ya finalizados Juegos Olímpicos realizados en la ciudad de Tokio (Japón), donde participaron 204 países reconocidos por el Comité Olímpico Internacional (C.O.I).
Este organismo es el encargado de coordinar, supervisar y administrar todo lo que concierne a estos Juegos. Uno de estos países que se preparó y participó para este evento que se ejecuta cada cuatro años, es nuestro puro y querido Chile con su cielo azulado. Nuestros deportistas se esmeran por lograr las marcas mínimas exigidas para poder estar en esta gran fiesta atlética, que fue revivida por el barón Pierre de Coubertin, el año 1894, con el fin de restablecer los Juegos Olímpicos Antiguos.
Como se puede apreciar son unos juegos muy añosos y quizás los más importantes para un nación y por ende, para un deportista. Un atleta se entrena horas y horas dejando de lado tiempo para disfrutar de la familia, amigos, diversiones, entre otros, con el único propósito de ir en búsqueda de la medalla olímpica.
Revisando el medallero de los últimos juegos, podemos observar que los datos duros arrojan cero para nuestros participantes , por tanto, nos podemos cuestionar ¿qué nos falta por mejorar o quizás qué nos falta por hacer?, pero, sí sabemos algunas de estas respuestas, como por ejemplo: que faltan más horas de educación física, las personas en nuestro país están más sedentarias, hay un aumento del sobrepeso y obesidad a edades más temprana y que no distingue clases socioeconómicas, nos falta un hábito por la actividad física que se traduce en falta de cultura deportiva, que las políticas deportivas no estás acordes con estos requerimientos, entre otros.
También debemos reconocer que el Estado ha invertido bastante dinero en la preparación de estos deportistas ¿quizás no es el suficiente? , pero, sin embargo, otras naciones con menos presupuesto para sus atletas lograron la tan anhelada presea. Además, se han aumentado y mejorado bastante las instalaciones para la práctica deportiva ¿pasará por esto?, sabiendo que países con menos infraestructura han logrado el oro olímpico, y por último, podríamos cuestionar al recurso humano, el cuál quizá no reúne las competencias para liderar este proceso o no estamos siguiendo la regla básica común en gestión deportiva, la persona adecuada en el puesto adecuado. Son tantas preguntas que nos quedan por responder, solamente me limitaré a transmitir mi reflexión teórica y práctica: “debemos abordar esta búsqueda de la medalla olímpica desde ¿el cómo estamos haciendo para mejorar?”
*Profesor de Educación Física
Diplomado en Gestión Deportiva
Magister en Educación (m) Gestión Educacional
Doctor en Ciencias de la Educación (e) Evaluación y Acreditación.