En tiempos en que el concepto “debate” ha estado en la palestra producto de la actividad electoral que enfrenta el país, también se hace necesario poner sobre la mesa otra materia de discusión o de debate, la que va de la mano con la actividad futbolístico, que desde siempre se ha conocido como la “pasión de multitudes”.
Y es que debido a una serie de acontecimientos, que vienen ocurriendo, desde a lo menos un par de años, muchos nos planteamos- creo- con absoluta legitimidad si nos han ido quitando esa pasión de multitudes.
Lo primero tiene que ver con la implementación, a lo menos en el torneo de Primera División, del sistema de video arbitral, VAR, el cual no solamente cobra importancia con su existencia, sino que necesariamente requiere de un buen uso por quienes lo manejan en un determinado partido.
Ahora los goles no se pueden gritar en el momento y solo se festejan después de algunos minutos que dura su revisión. A veces se ratifican y otras veces se anulan, aunque también pasan de ser invalidados a sancionarse. Un sufrimiento para los relatores, jugadores, cuerpos técnicos y, por cierto, para los hinchas. Lo mismo ocurre para situaciones como el cobro de penales o expulsiones.
Además, ese llamado concepto de “justicia” está con un sello de discriminación, ya que en la Primera B no existe el VAR y allí pareciera que los errores arbitrales dan absolutamente lo mismo y no importa a quién se perjudique.
No obstante, el tema del VAR ha sido un elemento a considerar, existen otras situaciones que quizás han inclinado más la balanza para ir perdiendo esa pasión de multitudes que por vida nos ha regalado el fútbol.
¿ Los partidos se están ganando fuera de la cancha?. A la luz de los hechos, pareciera que sí y las tablas con los números que se obtienen en cancha pareciera que cada día tienen menos importancia. Y eso es grave.
El año pasado, Lautaro de Buín fue campeón en cancha y terminó ascendiendo Fernández Vial. En la parte baja de la Segunda División había descendido Concepción y, al final, por secretaría fue Vallenar.
Ahora en la B aún no se sabe si desciende Barnechea o San Marcos y, lo que fue más traumático en un momento, se puso en riesgo el título de Coquimbo por una posible suma de puntos de sus escoltas por secretaría. En Primera División, se especula que también la Universidad de Chile tendría una “cartita bajo la manga” en contra de Melipilla.
Ante este escenario, desde el tablón se exige mayor prolijidad en la parte administrativa de la ANFP y ojalá más temprano que tarde nos vamos a la casa sabiendo que lo que vimos en cancha es lo definitivo. También que el VAR sea más eficiente y no le siga quitando esa magia, a lo que queremos siga siendo una pasión de multitudes: el fútbol.